Se trata de una póliza que contrata el futuro fallecido para que sus familiares y amigos no tengan que correr con los gastos que suponga su defunción.
El seguro de decesos goza de cierta popularidad en España y lo ofrecen tanto las empresas dedicadas a este sector como otras aseguradoras generalistas. Se renueva automáticamente cada año y, a partir de ciertas edades (más de 60 años), las aseguradoras no consideran su formalización.
Los gastos relacionados con una defunción oscilan, corrientemente, entre 3.000 y 4.000 euros, por lo que puede convenirnos asegurar una cifra económica que alcance este coste y eximir a nuestros parientes de afrontar este elevado desembolso.